martes, 25 de septiembre de 2012




La laguna Mar Chiquita es un lago salado endorreico que se encuentra en la Provincia de Córdoba, en el centro de Argentina. Es también conocida como mar de Ansenuza, y hasta mediados del siglo XIX como laguna de los Porongos, por una especie de cabecilla (Lagenaria vulgaris) así llamada, aunque esta última denominación ha quedado reservada a una serie de lagunas menores que se encuentran algunas decenas de kilómetros al noroeste.
Es la mayor superficie lacustre de la Argentina, el quinto lago salado endorreico más grande del planeta,[] y el quinto lago de planicie del mundo.[ Según los ciclos seculares de hemiciclos húmedo y seco (inundación/sequía) su superficie ronda los 6000 km², pero en épocas de sequía intensa puede disminuir a unos 2000 km², con una mínima registrada históricamente de 1984 km², y un volumen de 14 483 km³. En 2003 se registró su máximo histórico de creciente.[ Está ubicada al nordeste de la provincia de Córdoba, próxima a los confines con las provincias de Santa Fe y Santiago del Estero, provincia en la que ingresa en su extremo sur en épocas de inundación, ubicándose el centro de este lago aproximadamente entre los Descripción: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9a/Erioll_world.svg/15px-Erioll_world.svg.png30°30′0″S 62°40′0″O / -30.5, -62.66667.
La Mar Chiquita es el centro de una cuenca endorreica cuyos principales afluentes son los ríos Dulce (también conocido, según la zona, como Salí, Míshqui Mâyu y Petri), río Primero o Suquía y río Segundo o Xanaes. El río Dulce aporta sus caudales desde el noroeste y los ríos Primero y Segundo lo hacen desde el suroeste. Antes de alcanzar la laguna, sus afluentes forman «bañados» (humedales) sobre una superficie de casi 10 000 km². Los humedales más importantes se ubican en la zona norte de la laguna, llamada Bañados del Petri. Otro aporte de aguas importante es subterráneo; en efecto, en gran medida la laguna es una afloración del acuífero Guaraní. El llamado «borde de los Altos de Chipión» o «Cuesta de Morteros» resulta un verdadero dique natural en el este de la laguna, que impide el flujo superficial de sus aguas hacia la cuenca del Plata; también es elevada la costa sudeste, en la zona llamada Barrancas del Saladillo. En cambio, por el norte y oeste las costas son bajas y poco precisas, existiendo algunas lomadas muy bajas que se entroncan con ramificaciones de las sierras de Córdoba.
La falla geológica sobre la cual se forma —reactivada durante el plegamiento andino— es, como las Salinas Grandes, el lecho de un arqueano golfo marítimo; por esta causa abunda el sulfato de sodio que saliniza las aguas de la gran laguna. La salinidad de las mismas fluctúa en relación con los aportes fluviales; cuandos estos se incrementan la salinidad disminuye, variando en un rango de un máximo de 250 hasta un mínimo de 30 mg/L, es decir, idéntica a la halinidad que se encuentra en la costa marítima argentina de Las Toninas. Las sales predominantes son el cloruro de sodio, sulfato de sodio, sulfato de calcio y sulfato de magnesio. En los períodos en que las aguas de Mar Chiquita presentan una halinidad similar a la oceánica, las poblaciones de pejerrey (Odontesthes bonariensis) ocupan todo el espejo, al ser esta una especie eurihalina. En los ciclos donde la salinidad aumenta a niveles máximos, este pez sólo persiste en las áreas próximas a la desembocadura de los ríos, donde la halinidad es menor.
Si bien constituye por sí sola un ecosistema, la laguna de Mar Chiquita se encuentra en el sector más meridional de la Región Chaqueña, allí donde tal bioma se vuelve transicional con el de la Región Pampeana. La vegetación de sus costas es halófila, aunque casi inmediatamente se encuentra un denso bosque natural de chañares, quebrachos, e isletas de palmeras. Las precipitaciones medias anuales alcanzan los 758 mm, la temperatura media anual es de 18,5 °C. Abunda la avifauna, con unas 350 especies (alcanzando un 25% del total de las especies de aves autóctonas que hoy viven en Argentina); se destacan las grandes bandadas de flamencos, diversas especies de patos, garzas, gallaretas, loros, y aves migradoras como el halcón peregrino que llega hacia diciembre desde Alaska etc. En sus aguas se crían "nutrias" (coipos o quillás).
Lo antedicho ha motivado que la mayor parte de la laguna de Mar Chiquita así como los bañados del río Dulce constituyan una extensa Reserva Provincial de Córdoba: Bañados del Río Dulce y Laguna de Mar Chiquita (existen intenciones de transformarla en Parque Nacional). Tal Reserva Provincial está integrada a la Red Hemisférica Global de Aves Migratorias, es miembro de la organización Living Lakes y desde mayo de 2002 ha sido designada Sitio Ramsar.
Con verdadero aspecto de mar interior (el viento provoca oleaje elevado), muy interesantes paisajes y excelente clima, es zona turística aunque aún poco conocida y explotada. Las costas occidental y septentrional están prácticamente deshabitadas y por este motivo presentan paisajes naturales vírgenes y de difícil acceso en donde, entre otros animales silvestres, se encuentran aguaraguazús y pecaríes. Con todo en su costa sur se han desarrollado poblaciones que obtienen recursos del turismo: Miramar, Balnearia, Marull, La Para, Altos de Chipión etc. Al este se encuentra la antigua población de Morteros (fundada como fortín en el s. XVII sobre un asentamiento de sanavirones o salavinones)

Mar de ANSENUZA, Miramar, Pcia. de Córdoba










Pienso...

que la fotografía no sólo recrea la vista o trae a la mente recuerdos vividos, sino que "nos dice mucho..." : nos informa sobre el pasado y el presente para proyectarnos en el futuro...es por eso que tomo fotografias con el único objetivo de ser compartidas con los que aman "los distintos pedacitos del país" (gente, ríos, pueblos, ciudades, campos argentinos) que, como un enorme rompecabezas, conforman a la GRAN ARGENTINA.

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Los argentinos debemos estar agradecidos por la geografía que poseemos. Una bendición haberla recibido.
Muchas veces dije: todo argentino debe conocer las Cataratas del Iguazú, es casi una obligación. Estar ante ellas es tocar la mano de Dios.
Sin embargo, en otros trocitos de nuestra Argentina, hay también derroches de belleza. Sólo basta estar in situ y admirar el entorno.
El N.O. argentino nos muestra majestuosidades a cada paso. Las montañas y cerros con sus colores variados, con sus laderas irregulares, acartonadas, cinceladas, espatuladas o como querramos definir intruduciendo términos artísticos, hacen que uno se llene de felicidad producto del éxtasis que brota segundo a segundo.
Reitero: otra obligación conocer ese rinconcito patrio.

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La bandera más linda del Planeta

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