En el Noroeste neuquino es donde mayor cantidad de crianceros trasladan sus animales desde sus tierras poco fértiles hasta las regiones más elevadas adentradas a la cordillera de Los Andes.
Los crianceros recuperan en tres o cuatro meses los campos para la invernada y llevan sus animales a esa zona cordillerana próxima a la frontera, donde engordan su ganado. Guardando las pasturas del verano como reservas para la época invernal.
Es una vieja tradición de toda la vida. La gran mayoría de los arrieros se dirigen hacia la Cordillera de los Andes. El tiempo que le llevará trasladar su ganado dependerá de la zona en la que resida. Los crianceros del Chihuido tienen hasta un mes de viaje, con aproximadamente 300 kilómetros de trashumancia.
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